¿Alguna vez has tenido esa habitación en tu casa cuya puerta siempre mantienes cerrada porque está desordenada, sin terminar… quizá hasta un poco embrujada? Arreglarla sería caro, llevaría mucho tiempo y sería un desastre, lo cual, casualmente, es exactamente como la mayoría de los emprendedores se sienten respecto a renovar sus sitios web.
Lo entendemos: el tiempo de inactividad significa ventas perdidas, los enlaces rotos se sienten como trampas, y siempre está ese temor latente de que tu posicionamiento en buscadores se desplome de la noche a la mañana.
Pero aquí hay algo que los contratistas no te dirán: un buen rediseño web puede (y debería) parecerse menos a una demolición caótica de HGTV y más a cambiar las cortinas. Cuando te tomas tu tiempo, haces un plan y eliges las mejoras correctas y con buen gusto, un rediseño puede ser estratégico, de bajo riesgo e incluso divertido.
Así que aquí tienes tu plano. Hemos destilado los rediseños web en una lista de verificación de cinco fases, muy sencilla de aplicar para cualquier emprendedor. Síguela y podrás lanzar un sitio moderno y renovado sin noches en vela ni misteriosos errores 404.
¿Listo para abrir tu caja de herramientas? Manos a la obra.

Fase 1: Planificación
Antes de lanzarte a un rediseño web, necesitas saber dónde estás, hacia dónde vas y qué significa “hacerlo bien” para tu negocio. Aquí es donde estableces las bases para que cada píxel y cada plugin tengan un propósito.

1. Define los KPIs de Tu Sitio Actual
Empieza identificando los indicadores clave de desempeño (KPIs) más relevantes para los objetivos de tu sitio web y de tu negocio. Aquí tienes algunas ideas, aunque variarán según tu industria y nicho:
- Tráfico y engagement: Revisa sesiones, tasa de rebote y tiempo en página en Google Analytics (GA4).
- Conversiones: Haz seguimiento a formularios completados, ventas o suscripciones al boletín.
- SEO: Exporta tus palabras clave con mejor posicionamiento, impresiones y backlinks.
- Velocidad del sitio: Ejecuta una prueba de Métricas Web Principales con PageSpeed Insights o GTmetrix.
- Comportamiento del usuario: Analiza mapas de calor (heatmaps) o grabaciones de sesiones para detectar fricciones.
2. Establece objetivos
Con tus métricas actuales en mano, conviértelas en metas concretas y alcanzables.
Aquí algunos consejos::
- Define metas claras y específicas: En lugar de declaraciones generales como “aumentar el tráfico”, fija objetivos concretos, por ejemplo: “incrementar los visitantes mensuales en un 30% dentro de los seis meses posteriores al lanzamiento”. Metas precisas no solo dan dirección, también facilitan medir el éxito.
- Alinea tus objetivos con la estrategia general de tu negocio: Si tu empresa planea expandirse a nuevos mercados, el rediseño web debe incluir funciones y contenido que apoyen esa expansión. Si lo prioritario es la visibilidad de marca, enfócate en elementos que fortalezcan su reconocimiento.
- Pon la experiencia de usuario (UX) al frente del rediseño: Esto puede incluir mejorar la navegación, acelerar los tiempos de carga o crear contenido más atractivo. Fijar metas de UX es clave para mejorar el recorrido del usuario, haciéndolo más disfrutable, intuitivo y eficiente.
- No ignores lo técnico y lo estético: Aquí entran metas como adoptar un diseño responsive para móviles, migrar a una plataforma más amigable con SEO o actualizar el diseño visual para reflejar tendencias modernas.
- Apunta a la escalabilidad y adaptabilidad: Establece objetivos que resuelvan tus necesidades actuales, pero que también dejen espacio para crecer. Esto implica elegir plantillas flexibles, planear actualizaciones de contenido o asegurar que la estructura del sitio soporte nuevas funciones o tecnologías.
- Equilibra lo aspiracional con lo práctico: Considera recursos, tiempos y limitaciones. Apuntar alto es positivo, pero tus objetivos deben ser alcanzables dentro de los parámetros en los que trabajas.
3. Mapea tu Arquitectura de Información
Un sitemap es, esencialmente, el plano de tu sitio web. Enumera todas las páginas principales y, lo ideal, es que muestre cómo están interconectadas. Otra forma de verlo es como un diagrama de flujo que representa la jerarquía de tu sitio y te ayuda a visualizar cómo se organiza el contenido.
Cómo crear tu sitemap:
- Haz un inventario de las páginas existentes con un crawler.
- Agrupa las páginas en categorías lógicas como inicio, servicios, recursos, etc.
- Traza el flujo de navegación (menú principal, enlaces en el pie de página, etc.) para que ningún visitante llegue a un callejón sin salida. Si manejas muchas categorías, un mega menú bien estructurado puede ahorrar muchos clics.
Fase 2: Construcción
Aquí es donde llevas tu estrategia a la realidad; donde los bocetos se convierten en pantallas. Aunque esta parte es divertida, es importante mantener la disciplina para que el scope creep (alcance que se expande sin control) no devore tu presupuesto y tu sitio termine convertido en un “Franken-site”.

1. Investigación de UX
Incluso el diseño más elegante fracasa si no sirve a los usuarios reales. Por eso la investigación de UX empieza con una comprensión profunda de tu audiencia. ¿Quiénes son tus usuarios? ¿Cuáles son sus necesidades, preferencias y puntos de dolor? Herramientas como encuestas, entrevistas y datos de analítica pueden darte información valiosa sobre el comportamiento de tu audiencia y cómo interactúa con tu sitio web.
Tus próximos pasos:
- Entrevista o encuesta a tus clientes.
- Documenta los jobs to be done: ¿por qué la gente visita tu sitio? ¿Cómo se ve el éxito para ellos?
- Elabora algunos perfiles de usuario (personas) que resuman metas, frustraciones y dispositivos preferidos. Al diseñar tu sitio, no diseñes para todos: diseña para ellos.
2. Wireframes
Un wireframe es el esqueleto de tu sitio web. Define la distribución básica y los elementos de cada página. Piénsalo como el plano de una casa: muestra dónde va cada mueble, pero no cómo se ve.
En esta etapa, el enfoque está en la ubicación de elementos como encabezados, pies de página, menús de navegación y áreas de contenido. El objetivo es crear un flujo lógico e intuitivo que guíe a los usuarios a través de tu sitio.
La creación de wireframes es un proceso iterativo. A menudo empieza con bocetos básicos y evoluciona hacia maquetas digitales más detalladas. Obtener retroalimentación de manera constante durante esta fase te ayudará a refinar la estructura y asegurarte de que realmente satisface las necesidades de los usuarios.
3. Diseño Visual
Un gran diseño convierte. Busca inspiración en diversos lugares: otros sitios web, el arte, la naturaleza, la arquitectura, etc. ¡La inspiración puede venir de cualquier parte!
Algunas buenas prácticas a tener en cuenta:
- Alineación con la marca: Define tipografías, paletas de colores y estilos de imagen que reflejen la identidad y los valores de tu marca.
- Accesibilidad: El diseño debe mejorar la experiencia del usuario, no entorpecerla. Verifica el contraste de colores, agrega texto alternativo (alt text) y asegúrate de que tu sitio pueda navegarse únicamente con teclado.
- Diseño mobile-first: La mayoría de los usuarios web actuales navegan desde dispositivos móviles. Diseña primero para pantallas pequeñas.
4. SEO
La optimización para motores de búsqueda (SEO) es un componente fundamental de cualquier rediseño web. Un buen SEO significa que tu sitio es fácil de encontrar y aparece bien posicionado en los buscadores. Esta etapa del rediseño se centra en preservar y mejorar el valor SEO de tu sitio mediante una planificación cuidadosa y una ejecución estratégica.
- Mide el ranking de palabras clave: Empieza obteniendo una referencia. Usa herramientas SEO para seguir el posicionamiento de tus palabras clave más importantes. Revisa cuáles generan más tráfico a tu sitio. Estas palabras clave de alto rendimiento son críticas para mantener o mejorar durante el rediseño.
- Cataloga tus backlinks: Los backlinks, o enlaces desde otros sitios hacia el tuyo, son una parte vital del SEO. Usa herramientas SEO para catalogar todos los enlaces entrantes actuales. Identifica los backlinks de alta calidad que son beneficiosos para tu SEO. Durante el rediseño, mantén o redirige estos enlaces para conservar su valor.
- Planifica redirecciones 301: Si tus URLs cambiarán durante el rediseño, planifica redirecciones 301. Esto le indica a los buscadores que una página se ha movido de forma permanente a una nueva ubicación. Las redirecciones aseguran que el valor SEO de la página original se transfiera a la nueva URL sin enlaces rotos. También garantizan que usuarios y buscadores que intenten acceder a las URLs antiguas sean dirigidos sin problemas a las nuevas páginas, manteniendo una buena experiencia de usuario.
5. Contenido
El contenido es la esencia de tu sitio: lo usas para atraer usuarios, transmitir el mensaje de tu marca y mejorar tu SEO. Un rediseño web es una gran oportunidad para reevaluar y actualizar el contenido, asegurándote de que esté alineado con los objetivos de tu negocio.
- Auditoría de contenido: Haz un inventario de todas tus páginas, entradas de blog y demás piezas de contenido. Evalúa cada una por su relevancia, rendimiento y alineación con tus objetivos actuales y la voz de tu marca. Clasifica cada pieza en una de tres categorías: sigue siendo valiosa, desactualizada o irrelevante. Mientras analizas, detecta vacíos que debas llenar o temas que puedas ampliar.
- Análisis competitivo: Revisa los sitios de tus competidores e identifica qué tipos de contenido les están funcionando mejor. Este análisis puede darte ideas sobre temas que resuenan con tu audiencia y mostrarte áreas donde tu sitio puede ofrecer algo único o superior.
- Actualización de contenido: Refresca y actualiza el contenido existente para que siga siendo útil, pero necesite una renovación para alinearse con el nuevo diseño y mensaje de marca. Esto incluye actualizar información obsoleta, mejorar la legibilidad y optimizar el SEO.
- Crear y eliminar contenido: Desarrolla nuevo contenido que llene los vacíos detectados y que se ajuste a tu estrategia. Debe ser fresco, atractivo y adaptado a los intereses y necesidades de tu audiencia. Elimina lo que ya no sea relevante o no encaje en tu nueva estrategia, para mantener el sitio enfocado y libre de desorden.
- Actualiza los enlaces internos: A medida que reestructures el sitio, asegúrate de que todos los enlaces internos funcionen correctamente. Esto puede implicar actualizar enlaces en el contenido para que apunten a nuevas URLs si estas cambiaron.
Fase 3: Pruebas
Los desastres en un rediseño rara vez provienen de un mal diseño; suelen deberse a no realizar control de calidad (QA). Así que, antes de cambiar tu subdominio de pruebas por la URL real, pon tu sitio a prueba para verificar que todo funcione como debería.

1. QA Funcional
Primero, asegúrate de que cada clic, deslizamiento y toque lleve exactamente a donde debe, sin callejones sin salida ni vacíos de datos.
Algunos consejos:
- Prueba los flujos de usuario: Recorre las rutas críticas (ejemplo: Inicio → producto → carrito → pago o Blog → formulario de lead magnet → página de confirmación) tanto en escritorio como en móvil.
- Envía formularios: Haz envíos de prueba con datos válidos e inválidos. Confirma que los autoresponders funcionen y que los registros en el CRM se actualicen correctamente.
- Verifica búsqueda y filtros: Si tienes un sitio de e-commerce, prueba filtros de productos, facetas y consultas internas para asegurarte de que devuelvan resultados correctos y completos.
- Revisa el manejo de errores: Provoca un error 404, campos obligatorios vacíos, un pago fallido y cualquier otro error que se te ocurra. ¿Los mensajes de error son útiles o confusos?
Mientras avanzas, documenta los bugs, asigna correcciones y vuelve a probar.
2. Rendimiento y Métricas Web Principales
En la era digital, donde la atención es breve y la competencia feroz, la velocidad y el rendimiento de tu sitio son cruciales. Un sitio rápido mantiene a los usuarios interesados, reduce la tasa de rebote y mejora el posicionamiento en buscadores.
Cómo probar y optimizar la velocidad y el rendimiento de tu sitio:
- Ejecuta una prueba de velocidad: Usa herramientas como Google PageSpeed Insights, GTmetrix o Pingdom para medir los tiempos de carga. Estas herramientas también muestran qué podría estar ralentizando tu sitio (imágenes muy grandes, código ineficiente o tiempos de respuesta lentos del servidor).
- Haz los ajustes sugeridos: Estas herramientas recomiendan cambios como optimizar imágenes, minificar archivos CSS y JavaScript, usar almacenamiento en caché del navegador o incluso actualizar tu plan de hosting.
3. Accesibilidad
La web es para todos. Asegúrate de que tu sitio refleje ese principio.
- Ejecuta un escaneo automático: Usa Lighthouse o axe DevTools para detectar texto con bajo contraste, imágenes sin alt text y botones sin etiquetas.
- Navega solo con el teclado: Recorre menús y formularios con la tecla tab (sin usar mouse ni trackpad) para comprobar accesibilidad.
- Prueba con un lector de pantalla: Usa NVDA o VoiceOver para confirmar que las etiquetas ARIA y los puntos de referencia se lean correctamente.
4. Prueba de Compatibilidad en Navegadores y Dispositivos
Con los móviles representando aproximadamente la mitad del tráfico web mundial, debes asegurarte de que tu sitio funcione igual de bien en todas las plataformas y navegadores.
- Prueba tu sitio en smartphones, tablets y escritorios para garantizar una experiencia de usuario óptima y consistente.
- Haz lo mismo en diferentes navegadores y sistemas operativos: Chrome, Safari, Firefox y Edge, además de iOS y Android.
Fase 4: Lanzamiento
Un lanzamiento bien orquestado se siente aburrido… en el mejor sentido posible. Sigue estos pasos y tu gran día será una vuelta de victoria, no un simulacro de incendio.

1. Plan de Copia de Seguridad y Recuperación
Por si algo sale terriblemente mal, ten siempre un plan de escape:
- Instantánea completa del sitio: DreamHost ofrece copias de seguridad en un clic, pero si alojas tu sitio en un CMS confiable como WordPress, deberías poder hacer una copia fácilmente antes del lanzamiento.
- Exporta tu base de datos: Los temas y plugins se pueden reinstalar, pero los datos no se pueden recrear. Descarga o exporta tu base de datos SQL justo antes del lanzamiento para asegurarte de que esté actualizada.
- Planifica un escenario de retroceso: Define exactamente cómo restaurarías la copia de seguridad si fuera necesario y quién sería responsable de cada tarea.
2. Mapa de Redirecciones 301
Nada arruina más el SEO que las URLs desaparecidas. Así que, en el lanzamiento, haz otra verificación para confirmar que todas tus páginas y enlaces lleven a donde deben.
- Mapea URLs antiguas → nuevas: Crea un CSV con todas las páginas antiguas y su destino correspondiente.
- Verifica redirecciones: Recorre el sitio en vivo después de la importación y asegúrate de no tener errores 404.
3. Haz una Revisión de Seguridad
Finalmente, asegúrate de que tu nuevo sitio sea seguro:
- Actualiza tus certificados SSL para forzar HTTPS en todas las páginas.
- Revisa las etiquetas canónicas para confirmar que apunten a la versión HTTPS.
Fase 5: Mejora
Tu nuevo sitio está en línea, el confeti ya se barrió y el tráfico luce saludable. ¡Genial! Ahora mantén ese impulso tratando tu sitio web como un producto vivo que evoluciona junto con tu negocio.

1. Monitorea tus KPIs
¿Recuerdas los indicadores que definiste en la Fase 1? Revísalos semanalmente durante el primer mes y luego al menos una vez al mes. Asegúrate de que tu sitio al menos esté cumpliendo con los valores de referencia… y, de ser posible, mejorándolos.
2. Actualiza y Publica Nuevo Contenido
A los motores de búsqueda les encanta el contenido fresco y relevante (¡y a tus clientes también!). Establece una cadencia de publicación tanto para contenido nuevo como para la actualización del que ya existe en tu sitio. Desarrolla un calendario editorial que puedas mantener en el tiempo.
💡Pro tip: Ordena las páginas por tráfico y conversiones, identifica las que muestren tendencias a la baja y refresca esas páginas primero.
3. Mantén la Velocidad, la Seguridad y los Plugins de tu Sitio
Algunas buenas prácticas para conservar tu sitio en buena forma de manera continua:
- Haz una revisión mensual de plugins: Elimina los que no uses y actualiza el resto.
- Ejecuta una prueba de velocidad trimestral: Resuelve cualquier problema que aparezca. Así te aseguras de que tu sitio siempre sea lo más rápido posible.
- Actualiza tu CMS siempre que haya una nueva versión: Esto garantiza que nunca te pierdas parches de seguridad que protegen tanto tu sitio como a sus usuarios.
Sigue Construyendo con DreamHost
Tu sitio nunca está realmente “terminado”, pero con un marco repetible de cinco fases (y un gran proveedor de hosting de tu lado), puedes manejar con éxito cada nueva iteración.
Ahora, lo único que queda es contribuir a hacer de la web un lugar mejor, más rápido y más agradable, un rediseño de sitio a la vez.

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